domingo, 4 de marzo de 2012

La RAE critica los esfuerzos de otros organismos por hacer visible a la mujer en el lenguaje

Se acerca el Día de la Mujer Trabajadora y nos despertamos con la noticia que da título a este artículo. Después de leer el informe elaborado por Ignacio Bosque y suscrito por la academia en pleno, pensé "Vaya varapalo" y me dediqué a twittear mensajes de queja sobre la inercia de la RAE...

Pero luego pensé que no era de recibo quejarse tanto
  • primero, porque tienen razón: el castellano tiene asumido el masculino como genérico para ahorrar, y el ahorro es regla de oro en todos los idiomas,
  • segundo, porque es noticia en todos los periódicos digitales de hoy,
  • y tercero, porque por fin se han molestado en prestarle atención al tema.
Esto último es bastante irónico si se observa el comentario reivindicativo que hace el académico Ignacio del Bosque sobre el intrusismo de las comunidades autónomas, universidades y sindicatos (organismos mencionados que, en su mayoría, son andaluces) en una tarea que, según su opinión, no les compete.

Pero es que, según la academia, esto no le compete a nadie:

"Llama la atención el que sean tantas las personas que creen que los significados de las palabras se deciden en asambleas de notables, y que se negocian y se promulgan como las leyes. Parecen pensar que el sistema lingüístico es una especie de código civil o de la circulación: cada norma tiene su fecha; cada ley se revisa, se negocia o se enmienda en determinada ocasión, sea la elección del indicativo o del subjuntivo, la posición del adjetivo, la concordancia de tiempos o la acepción cuarta de este verbo o aquel sustantivo.
Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística. " (p.15)
 
Parece estar claro que la Academia ha de ir siempre por detrás de los hablantes y dejando que el tiempo diga qué usos permanecen. Recuerdo cuando los vigilantes (no necesariamente académicos) de nuestra lengua reaccionaron ante el incipiente uso de la palabra "médica", aduciendo que, según el diccionario, sólo podía llamarse así a la mujer del médico, independientemente de la profesión que tuviera. Hoy en día, la última edición digital y revisada, admite que todas las profesiones con la terminación en -o (tradicionalmente considerada indicativa del género masculino) tienen su correspondiente terminación en -a, lo mismo que al revés (Véase "matrón, -a" en el mismo diccionario).

Ignacio Bosque no ve injusticia en la fosilización del uso común del género masculino - si ya está estipulado así por el uso, la que no se ve incluída en frases del tipo "Los profesores recibirán una media de un 5% menos en su salario" es porque personalmente opta por no verse incluída .



1 comentario:

  1. Aquí podéis leer una entrevista publicada hoy en internet a Ignacio Bosque sobre su informe:
    http://elcultural.es/noticias/BUENOS_DIAS/2880/Ignacio_Bosque

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